Everything has changed

El comienzo nunca es fácil. El final tampoco lo es. Un final significa un nuevo comienzo, que para todos no es fácil hasta que te acostumbras a vivir con lo que tienes, con lo que no puedes recuperar y tienes que dejar atrás aunque no quieras. Las personas van y vienen, pero los recuerdos se quedarán para siempre. Son parte de tu vida, de tu pasado, presente y futuro porque lo que haya pasado siempre te marcará de por vida. 

Los recuerdos se crean de momentos que te han llegado al alma, al corazón y que nunca saldrán de tu cabeza. Cuando pienses que lo tienes superado, que ya lo tienes olvidado... volverá. Te invadirá toda tu mente y sentirás nostalgia porque querrás dar marcha atrás y estar en ese momento para revivirlo de nuevo. Pero la vida, por desgracia, no tiene un botón en que puedas dar marcha atrás cuando desees y arreglar todos los errores del pasado. Aunque las cosas han cambiado, están cambiando y cambiarán, los recuerdos que vienen de las personas con las que has sido feliz no se olvidan jamás y siempre tendrán un sitio en tu corazón. 

Nunca pares de sonreír.

Aquí estoy de nuevo, frente al ordenador dispuesta a empezar desde cero. La verdad no se como empezar a hacerlo. Miro hacia atrás, recuerdo todo lo que pasó y me pregunto: ''Pero, ¿en que estaba pensando?''. Y así, sigo preguntándome eso una y otra vez, intentando conseguir la respuesta y sin lograrlo. Supongo que era la tontería, la inexperiencia o simplemente la estupidez que todos pasamos en algún momento de nuestras vidas. Esa etapa ya se esfumó, casi ni la recuerdo y cuando la recuerdo me lo tomo con filosofía. No me arrepiento de nada, porque de cada fallo que he cometido conseguí una lección. Aunque es un poco ilógico, ya que, el ser humano sabiendo lo que pasará siempre tropieza en la misma piedra una y cuantas veces sea necesario, con diferentes circunstancias, pero tropieza. 

Hace mucho que no escribo por aquí, y durante este tiempo me han pasado cosas increíbles y otras, como no, no tan buenas. Personas que se han ido y otras que han llegado alegrando mi vida. Otras que no se han ido de mis pensamientos, pero aunque estén lejos siguen aquí, conmigo. Es imposible hacer un resumen. Tampoco pensaba hacerlo. Mis objetivos y sueños han cambiado y eso conlleva a mis sentimientos. ¡JÁ! Si empiezo con ese tema me quedo escribiendo durante toda esta maravillosa y oscura noche. Aunque puedo decirles una cosa, con una sonrisa se ve todo de distinta manera. Buenas noches. 

Somos dos desconocidos que nos conocemos muy bien.

¿Sabes una cosa? No te voy a negar que derramé unas cuantas lágrimas por ti, pero me he dado cuenta con el paso del tiempo que nada en este mundo merece una de mis lágrimas. Nada, te lo aseguro. No todo sale bien, pero de los errores que se comete se aprende. El que se va sin ser echado volverá sin ser llamado, lo tengo claro. Ahora mismo somos como desconocidos pero en realidad nos conocemos muy bien. Me da pena si te soy sincera, que haya acabado así pero no hay marcha atrás. Ahora eres un libro ya cerrado y a pesar de lo que la gente pueda pensar o decir, yo sé que lo eres. No necesito más argumentos y no tengo que dar explicaciones a nadie. Recuerdos que no serán olvidados, miradas que quedarán en la memoria, palabras, abrazos, sonrisas... Todo quedará en ese libro cerrado que nunca más volveré a abrir, lo tiraré al inmenso mar para que se quede en el gran y oscuro fondo de mi vida.

Después de nosotros.

El tiempo pasa, a veces más rápido de lo normal. La gente cambia; radicalmente, poco, mucho, para bien, para mal, para mejor, para ser algo o tal vez nada… Cambia sin darse cuenta, cambia. Y de pronto la vida, simplemente, ya no es la misma. Nosotros ya no somos.
Te desvaneces. Te vas. Desapareces. Tu estas. Yo no. Estoy. Tu no. Nadie. ¿Qué pasa después? ¿Qué será cuando la soledad venga otra vez a tocar mi puerta, cuando te necesite a mi lado? Pasa nada. Eso es lo que pasa.
A tu lado soy mejor persona, y me es imposible imaginar que ya no estas, ni estés, para bien o para mal. Trato de no pensarlo. Trato de olvidarte. Es un trabajo de cada día saber que las cosas ya no volverán a ser las de antes. Que ya no estarás conmigo. Y, que cada quien ha empezado a seguir su propio camino.
Es difícil aceptar los cambios. Duele crecer, duele mucho. Pero al final, el mundo no se va a parar para que puedas descansar un rato. La vida sigue. Sigue sin ti, sin mi, sin él, sin ella, sin todos. La vida pasa y se va como el tren de las 6, y una vez adentro del vagón con las puertas cerradas ya no puedes regresar a tomar lo que olvidaste o dejaste en el andén; solo tienes que dejarlo ir y esperar a que se pierda o tal vez, con suerte, que alguien más lo tome, lo haga suyo, lo haga feliz.

Hay cosas que aunque quieras no pueden ser.

Esos días invernales, echada en la cama con la mirada perdida, sin pensar en nada ni en nadie y acompañada de esa sensación de tranquilidad que te inunda completamente. Por mi pequeña ventana entra un frescor que te puede poner los pelos de punta, pero esta vez es muy acogedor. La verdad es que así me gustaría estar todo el resto de mi vida, con esa sensación digo. Es todo tan mágico que no parece que estés en esas cuatro paredes que siempre te ven dormir.
Y de repente pestañeas y todo vuelve a la normalidad, a la rutina, a todo aquello que llegas aborrecer continuamente.
¿Alguna vez lograré de nuevo conseguir sentir lo que una vez sentí? Es más, algo mejor. Como dicen: ''De ilusiones se vive''.

Adiós agosto, que te follen. Hola septiembre, vamos a intentar llevarnos bien.

Otro verano que llega a su fin y he conseguido lo mismo que el año pasado, es decir nada de nada. No considero que haya echo algo de provecho. Lo detesto. Sé, y todos sabemos que el verano es para desconectar, divertirse y todo lo que ustedes quieran pero hay que aprovecharlo al máximo. Y yo no lo he echo. No porque no quiera. ¿Sabéis esa frase que dice: ''Querer y no poder''? Pues ahora mi me pasa esto y me pone de los nervios. Y encima mañana empiezan las recuperaciones...¿Te das cuenta? El verano se esfumó. El muy hijo de puta fue demasiado rápido, y a mi no me dio ni tiempo de echarle un vistazo. Enserio hay veces que pienso que no me dará la vida para cumplir tantos sueños.
Querido septiembre nunca te había odiado tanto como esta vez.

Nada ni nadie me detendrá.

La vida te da lecciones que solo tu sabes lo que de verdad significan. Te da a entender que si el destino no quería que eso se quedara posiblemente haya algo que de verdad merezca la pena, no tengas prisa lo encontrarás cuando menos lo esperes. Tenemos que aprender que no hay que sufrir, la vida es corta, no desperdicies la oportunidad de ser feliz. Por mi parte, han habido muchas balas juntas, difíciles de esquivar todas pero por ellas no voy a dejar de vivir, no pienso quedarme a las puertas de conseguir mi felicidad. Voy a sonreír como si fuera una niña toda mi vida. Definitivamente voy a hacerlo a pesar de todas las cosas.